El mundo de la Inteligencia Artificial, lo que conocemos como Big Data, ha hecho que esta valoración sea muy precisa y prácticamente el que nos consideren o no aptos en nuestra solicitud ya no está en manos humanas como ocurría antes.
Para las entidades financieras cada vez es más importante realizar de forma correcta todo este estudio ya que les permite automatizar y por lo tanto agilizar más los procesos y por supuesto disminuir considerablemente el nivel de riesgo y morosidad.
Para hacer esta valoración hay diferentes tipos de parámetros que la entidad tendrá en cuenta, muchos de ellos facilitados por el propio cliente (declaración de patrimonio, nómina, personas a cargo, tipo de vivienda, patrimonio en general, edad, sexo, y otros de fuentes externas como ficheros, (listas de morosos, solicitudes anteriores con la entidad, etc).
Las variables que se analizan y entran en juego son por ejemplo:
- la tasa de endeudamiento,
- el porcentaje de los pagos comprometidos,
- la estabilidad en los ingresos,
- o el tipo de contrato laboral.